miércoles, 30 de mayo de 2012

Khokana

Esta mañana me he levantado a las 5. Ya con la luz del día me he sentido más cómodo. Ayer cuando llegué casi no había luz y no le veía la cara a nadie. Me han dicho los niños que normalmente son 10 en este orfanato, pero que tres de ellos están en un campamento. De los siete que están aquí, cuatro no han ido hoy al colegio, porque tienen paperas. Los pobrecillos están un poco apagados y con momentos de fiebre. Mientras los sanos han ido al colegio, los otros 4 se han quedado en la cama.
Yo he aprovechado y me he acercado a Khokana, un pueblecito de Newaris (la raza originaria de aquí). Todo el mundo en este pueblo esta trabajando en la calle. Cuando uno recorre esas calles tiene la sensación de que ha ocurrido algún desastre recientemente, un terremoto, inundaciones... Pero no, en realidad es siempre así. Los Newaris son excelentes artesanos, hacen maravillas con la madera y la piedra y el metal. He podido ver trabajar a muchos de ellos e incluso con alguno he charlado y he comprado alguna cosilla de poco peso (por el tema del avión). Al volver al orfanato, los niños estaban levantados y me he puesto a jugar con ellos.
Después hemos tomado un snack y un té y les he puesto una película, han elegido blancanieves. Los niños disfrutan con casi cualquier cosa, con las películas se vuelven locos, ni pestañean.
En este orfanato, Indu es la directora, cocinera, cuidadora, todo... Hace un trabajo increíble cuidando de todos los niños como si fueran hijos suyos.
En Nepal hay cantidad de niños huérfanos, en 2006 terminó la guerra civil dejando a muchos niños sin padre o madre, incluso sin las dos cosas. En muchos casos si las madres han fallecido, los padres se van al extranjero, en Malasia, Dubai...c a buscar trabajo y dejan aquí a sus hijos, muchos de ellos no vuelven nunca, ni quieren saber nada de ellos. En muchos casos los niños terminan en las calles, viviendo de lo que les dan, acogidos por familias que les hacen trabajar como esclavos a cambio de comida e incluso cosas mucho peores. Alguno de los niños de los orfanatos ni siquiera se sabe su historia, han sido rescatados de las calles siendo muy pequeños.
Cuando uno entra a estos orfanatos ve que visten ropa vieja, con agujeros, comen a base de arroz y lentejas, sin lácteos, fruta, carne o pescado. Muy poco equilibrado. Sin embargo para como va el pais, son muy afortunados, no trabajan, estan escolarizados, se les da cariño y se preocupan por que sigan sus estudios. Realmente eso aquí es todo un lujo. Yo he traído ordenadores y cámaras de fotos e intento enseñarles a usarlas, quizá algún día puedan mantener contacto conmigo y con otros voluntarios a través de skype, email, o lo que sea y eso anime a mas gente a colaborar. Tal vez se pueda hacer algo con las fotos, no lo se. Lo que tengo claro es que me gustaría poder hacer mucho por esta gente, uno ve tanta necesidad en cada rincón.
Realmente aquí con 50€ al mes viven familias. Pese a que lo que pueda hacer sea poco y seguramente no cambie demasiado la vida de estos niños, me alegra enormemente aportar ese granito de arena.
Mientras escribo, de repente se ha puesto a llover a mares, el Monzón se acerca. Este clima subtropical es súper húmedo y en esta época hace mucho calor, así que cuando llueve un poco se agradece.

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